jueves, julio 29, 2010

CXIII

Es que los días con tu partida,
cristalizados y eternos se han convertido.
Que de negro vestir las nubes se han colocado,
siendo las rosas de rojo más oscuro y tibias en su aroma han regresado.

Que vacío existe en mi corazón
donde ya no existe tu semblante
lleno de compañía y de tiernas caricias.
CXI

Es por cada noche en la que añoro volver acariciarte,
es por cada llegada en la que quiero volver a ver tu silueta,
ver tus ojos luminosos y llenos de cariño.

Hoy tengo el recuerdo de tus ojos llenos de tristeza
de tu alma queriendo huir.

Por qué nadie puede entender,
dos mimos de la vida quieren entregar su vida,
como dos mimos entregaron su cariño
sin necesidad de hablar.

Es triste llegar a casa y saber que no estarás,
ahí, a la espera de mi,
hoy he aprendido hablar.

CX

Cuando niño
me dijeron
disfruta de tu amor e inocencia.

Cuando joven
me pidieron
no enamorarme.

Cuando adulto
me pidieron
no sufrir males de corazón.

Hoy mi corazón
no tiene sentimientos.

CVIII

Sentado iba él disperso en sus pensamientos
añorando aquellos años, donde su varonil semblante
era de respeto y atracción.
Pero que largos años han pasado por sobre ti
ante la mirada incauta de personas extrañas,
estás absorto, vez niños, jóvenes y adultos,
que no saben lo complejo que es la vida.

Aquí, viendo donde te debes bajar,
es que piensas que ya no existe
humildad.

CVII

Quien desconoce la razón de amar,
ha de conocer el sentimiento de soledad,
entre lunas y estrellas,
decae gélido desamor,
que falsamente intenta enamorar
a inocente damisela.

Entre soles y nubes,
se esconde tierno amor
que en distancia,
conservando el valor
tristes manos
quieren desunir tierno amor.
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