CXIII
Es que los días con tu partida,
cristalizados y eternos se han convertido.
Que de negro vestir las nubes se han colocado,
siendo las rosas de rojo más oscuro y tibias en su aroma han regresado.
Que vacío existe en mi corazón
donde ya no existe tu semblante
lleno de compañía y de tiernas caricias.